Programas de Protección para Niños en Portoviejo
En Portoviejo, diversas organizaciones de la sociedad civil implementan programas de protección para evitar el reclutamiento criminal de niñas, niños y adolescentes, asegurando su bienestar y desarrollo seguro.
INVESTIGACIÓN
Alex Eduardo Berrones Merchan
12/12/202413 min read
En el recinto, dos policías de fuerzas especiales hacen guardia. Tienen pantalones tácticos, chalecos antibalas y gafas oscuras. Están armados con fusiles y pistolas. De seguro no es sorpresa para muchos aquí, pero causa zozobra su presencia en un torneo de fútbol infantil.
"No hay palabras para decir lo difícil que estamos pasando" expresa una de las madres que observa a su hijo jugar, mientras en su garganta se demarcan nudos que no controla. Esta mujer, quien será conocida como Karina en este texto, no acepta que su entorno sea peligroso y sostiene que la inseguridad se da “en todo lado”.
Ella no supera los 40 años, usa ropa colorida y aunque sus circunstancias no son fáciles se mantiene sonriente. Luce nerviosa al hablar, pero, al saber que su identidad no será revelada, da más detalles de su vida… Ella prepara bocaditos y fabrica arreglos decorativos para eventos en una población costera y para acompañar a su hijo en Portoviejo hizo grandes esfuerzos. “Dejo de trabajar para ir a verlo, porque es algo que no se puede perder”, la madre detalla con cierta emoción.
Para Karina, el fútbol no es solo una pasión, sino un medio para alejar a su hijo de caminos errados. “Eso es lo que muchos padres queremos hacer, tratar de que se enfoquen en el fútbol, para que tengan su mentecita ocupada y no se dejen llevar por las malas influencias”.
Esta previsión de la madre no es gratuita, ya que “U-Report Ecuador” develó en 2023 que 1012 de 22674 adolescentes encuestados, conoce a personas que están en riesgo de ser reclutadas por los GDO´s.
Karina describe que cuida de su hijo diciéndole: “Trata de no juntarte con personas que sabes que andan en algo malo, porque a veces, por estar sentado a lado de alguien, pasan tantas desgracias…Las balas no ven amigos”.
El miedo latente en el diálogo tiene sentido, pues en Ecuador hasta septiembre de este año han sido asesinados 260 adolescentes que tenían entre 12 y 17 años. Al revisar los años anteriores, se puede observar el incremento progresivo. En 2020 se registraron 26 homicidios intencionales contra este grupo. Para 2021, la cifra aumentó a 36, y en 2022 las víctimas se triplicaron, alcanzando los 110. En 2023, el número de decesos superó los 200, llegando a un total de 218.
Tras varios minutos vuelve a salivar y dice “estamos rodeados”. Esto para señalar el control que tiene en su territorio las bandas. Esa frase aterradora, se puede comprobar en la expansión de los grupos criminales en Ecuador. De acuerdo con InSight Crime, estos están presentes en 21 de las 24 provincias del país.
Para Karina, los proyectos deportivos como "El Mundialito" son muy importantes y sirven de inspiración; en sus palabras los niños “si ven al vecinito” también quieren participar.
La investigadora Katherine Herrera, en su análisis sobre los cantones de alta peligrosidad en Ecuador, sugiere la importancia de proyectos que ocupen el tiempo de la niñez. “Un joven que no accede a educación o que no implementa su tiempo en actividades de formación extracurricular o de deporte es más influenciable” frente al reclutamiento, afirma.
Este torneo es una de las propuestas para ayudar a la niñez, adolescencia y juventud, frente a los peligros existentes. En su primera edición reunió a 44 escuelas de fútbol de Portoviejo, 20 de otras regiones de Ecuador y 20 de otros países de América Latina, favoreciendo a 4100 participantes, junto a sus familias.
Fue organizado y liderado por tres actores clave: la Fundación Jaime Iván Kaviedes, la Asociación de Academias Formativas del Deporte de Portoviejo y el Municipio local. Reyes Villavicencio, director proyecto deportivo enfatizó la importancia de invertir en las niñas, niños y adolescentes. Según Villavicencio, el futuro de la comunidad y el progreso social dependen de brindarles a los más jóvenes las herramientas necesarias para su desarrollo.
Felipe Intriago, director cantonal de Desarrollo Humano del Municipio de Portoviejo, aclara que la relación entre “El Mundialito” y la recuperación de espacios es parte de la planificación. Cuenta que “en ocasiones hay lugares controlados por las bandas delincuenciales, cercanos a las niñas, niños y adolescentes”. Mientras enumera algunos sectores: Picoazá, Florón y Andrés de Vera. “Estamos trabajando y vamos a ingresar”, sostiene.
Fabián, nombre ficticio por la seguridad de un taxista local, dice que en Picoazá ya no hay conflicto porque la gente “se ha ido”, ya sea del país o de este mundo. Al contrastarlo con datos tiene razón, de 2023 a 2024 los asesinatos en esa zona durante el periodo enero-septiembre, se redujeron de 20 a 11. Sin embargo, señala que todavía hay lugares inaccesibles en Portoviejo como la Ciudadela “San Alejo”, donde los autos para ingresar deben ir con los vidrios abajo y que se mantiene en constante observación por las bandas. En este sector coexisten dos bandas y según narra Fabián, adentro se puede ver como “los peladitos cargan fusiles”.
Al revisar la situación del cantón se evidencia un movimiento de la violencia, ya que se mantienen las cifras, pero en diferentes lugares de su territorio. Sin embargo, hay parroquias como “El Florón” en las que el incremento de la violencia es constante. En ese sector entre enero y septiembre de 2023 fueron asesinadas 40 personas; mientras que para este año las víctimas ascendieron a 51.
También se constata que los asesinatos en Portoviejo han crecido exponencialmente en los últimos años. Según las cifras oficiales, 187 muertes violentas ocurrieron entre enero y septiembre de 2024. En ese mismo periodo, en 2020, hubo apenas 5; al siguiente año, 21; al siguiente, 64; y en 2023 se registró la cifra récord de 190. Actualmente, Manabí es la sexta provincia más violenta del país; y Portoviejo es el tercer cantón más violento de esta.
Pero, ¿por qué sucede esto?
Ecuador en 2023 fue el país más violento de Sudamérica al registrar un total de 47 asesinatos por cada 100 mil habitantes, según datos del Ministerio del Interior. Situación a la que se llegó de forma paulatina, tras el inicio del enfrentamiento de bandas por territorio. Después del vacío de poder que dejó alias “Rasquiña”.
Gloria, nombrada así en este texto por su seguridad, es una mujer montubia, aguerrida y generosa. Lleva la administración de su hogar y se encarga del cuidado de su hijo menor, quien tiene discapacidad intelectual. Además, tiene otros tres hijos que ya tienen sus propios hogares, ninguno de ellos tiene un empleo estable y esto a ella le aflige.
En ocasiones, ella junto a su esposo, un trailero quien apenas tiene tiempo para descansar debido a la naturaleza de su trabajo, cuidan de sus nietos, ya que sus padres a veces no llegan a fin de mes o son incapaces de solventar sus necesidades.
Cuando ella se entera que un vecino optó por integrar alguna de las bandas delincuenciales, recuerda a sus hijos con firmeza, que la tranquilidad está por encima de todo. “Así comamos plátano machucado con manteca y sal” expresa para aconsejar.
Su familia sobrevive con muchas dificultades, a menudo dependiendo de su apoyo mutuo, pero siempre en un contexto de escasez. Ninguno de sus hijos tuvo la posibilidad de ingresar a la universidad y en su sector no hay trabajo.
En 2023, el noroeste de la capital manabita fue testigo de una feroz disputa entre bandas criminales. Según los rumores que circulan, todo comenzó por traiciones internas entre los miembros de las bandas. Actualmente, el territorio está bajo el control de un solo grupo delictivo, cuyo líder, es un joven de la misma comunidad, asegura Gloria.
Al estar tan próxima a las bandas, esta familia no es ajena a interactuar con ellos. La madre portovejense describe: “A mi hijo le ofrecieron una maleta de dinero. Él se vio tentado, pero cuando le pidieron una fotografía de la familia no quiso saber nada”. También narra, que normalmente solicitan la imagen porque en caso de no cumplir con las directrices de la organización, ellos acaban con familias enteras. Al hijo le habrían ofrecido una especie de préstamo.
En la ciudad, durante los primeros nueve meses de 2024, se registraron 1031 aprehensiones y detenciones; 360 de estos infractores no superan los 25 años. Entre los principales motivos para su retención sobresalen el tráfico de narcóticos y el porte ilegal de armas; dos actividades importantes para el crimen organizado.
Además las víctimas de la violencia en Ecuador cada vez son más jóvenes. En 2021, la mayoría de los asesinados eran adultos de 30 a 35 años. Los dos años siguientes, las víctimas tenían entre 25 y 30 años. Actualmente, la violencia está cobrando principalmente las vidas de personas de 20 a 25 años.
Los rechazos de propuestas no eliminan la presión que enfrentan los jóvenes en su entorno, un entorno marcado por la pobreza y las promesas de una vida más fácil a través del crimen organizado. La historia de Gloria es una representación clara de cómo las condiciones de vida de las personas en las zonas vulnerables posibilitan que el crimen organizado se infiltre en la comunidad.
Para la ciudad de los valles eternos, la injusticia social no es una novedad. El cantón históricamente ha tenido problemas con el acceso a servicios básicos y a pesar de los avances aún sigue siendo difícil para su población. En Portoviejo, según datos del INEC, el 23% de habitantes no tienen acceso a agua potable y el 38% aún carece de alcantarillado.
La falta de alternativas es un factor clave que contribuye al reclutamiento de jóvenes en las organizaciones criminales. Carla Álvarez, profesora en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, explica que el reclutamiento responde a la carencia de oportunidades y la falta de apoyo estatal. Según ella, muchos jóvenes, al enfrentarse a la carencia de recursos y a la falta de educación, se ven obligados a buscar alternativas que les brinden bienestar. “Cuando el Estado no está presente, estas opciones son las que se encuentran al alcance de muchos jóvenes”, señala Álvarez.
Además, la situación educativa en el cantón se ha visto gravemente afectada en los últimos años. Según las estadísticas del Ministerio de Educación, en el periodo escolar 2021-2022, el 0,9% de los estudiantes abandonaron sus estudios, mientras que en 2022-2023, la cifra subió al 1,4%.
Diana Intriago, promotora de la ONG internacional World Vision, hace una crítica al sistema educativo actual, invitando a una reflexión sobre su calidad. “¿Esa educación realmente está preparando a las personas para el futuro?”, se pregunta. Según Intriago, la realidad es que, a pesar de la gran cantidad de profesionales que se gradúan cada año, muchos no tienen habilidades básicas como presentarse a una entrevista, elaborar un currículum o relacionarse adecuadamente con otras personas.
Este problema, según Intriago, es uno de los puntos clave que impulsa la misión de la organización. Esta reconoce la deficiencia del sistema de educación y, por ello, trabaja para ofrecer alternativas que puedan complementar la formación de la niñez, adolescencia y juventud.
La ONG acompaña a las personas a lo largo de diversas etapas de su vida, enfocándose en el fortalecimiento de sus habilidades con el objetivo de ofrecerles una oportunidad integral para su futuro.
Para cumplir con este propósito, han implementado tres proyectos:
Go baby go: Esta iniciativa se enfoca en recuperar espacios en desuso, como bodegas o patios y transformarlos en ecosistemas seguros para la lectura. En estos lugares, niñas, niños y adolescentes tienen acceso a conocimientos de una manera divertida y accesible. Hasta el momento, hay 17 espacios habilitados, muchos de ellos al aire libre, con césped sintético y estanterías coloridas, que invitan a los jóvenes a disfrutar del aprendizaje.
Youth Ready: Este programa busca fortalecer las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, el pensamiento crítico, el liderazgo, la resiliencia o la gestión del cambio, especialmente aquellos que no tienen acceso a un empleo digno ni a una educación formal. La iniciativa responde a la necesidad de construir proyectos de vida, ya que, según Intriago, la mayoría de los jóvenes no tienen claros sus sueños, y muchos aspiran a ser narcos.
Impact Plus: Este programa está diseñado para fortalecer las redes de los jóvenes, con el objetivo de formar colectivos vinculados al emprendimiento y el empleo. A través de esta iniciativa, se busca incentivar a los jóvenes para que se inserten activamente en la sociedad productiva y se conviertan en agentes de cambio dentro de sus comunidades.
Diana, con una sonrisa que cierra ligeramente sus párpados, tiene la tez morena y lleva un chaleco naranja. Aunque lleva prisa, su comportamiento es prolijo, lo que queda claro cuando baja del vehículo para saludar a los miembros de su equipo.
El Programa de Área de World Vision está ubicado cerca del estadio Reales Tamarindo. La fachada del edificio revela los efectos del paso del tiempo: la pintura está agrietada y las entradas son portones negros. Sobre un timbre, una pequeña esquela indica la presencia de la organización. Sin embargo, al ingresar, el ambiente cambia radicalmente. Los cinco técnicos comparten el mismo espacio, donde la comunicación fluye, todos se conocen, comparten y se enfocan en su labor.
Los técnicos de World Vision son bien conocidos en las comunidades, tanto que pueden acceder a zonas donde otros no logran llegar. La confianza en ellos es tal que hasta las personas presuntamente involucradas en grupos delictivos reconocen su valor y permiten su entrada. Sin embargo, ella también señala que, aunque los técnicos tienen acceso a estas áreas, esto no garantiza su seguridad, ya que “han habido comunidades donde se han presentado hechos violentos”.
A raíz de la creciente crisis de seguridad, la organización se ha visto obligada a establecer lineamientos estrictos sobre los horarios en que los técnicos pueden trabajar en el campo y las condiciones de su traslado. Además, se ha implementado una supervisión más rigurosa sobre sus recorridos. En algunas regiones, como en Guayaquil y Esmeraldas, existen lugares que se consideran inaccesibles. Sin embargo, Diana destaca que en Portoviejo la situación es diferente: “Nosotros hemos venido trabajando durante muchos años, y creo que la gente nos identifica fácilmente, por el trabajo que hemos realizado”.
Una preocupación central de la técnica de educación es la creación de “entornos tiernos”, es decir, espacios educativos sin violencia y la mediación de conflictos dentro de las comunidades. “La sociedad juzga a las personas que están dentro de estos grupos, pero hay problemas que van más allá”, expresa, refiriéndose a las dificultades psicológicas que enfrentan muchas personas, especialmente las y los menores, debido al trato abusivo y la violencia vivida en sus hogares.
“A mí me han pegado toda la vida”, le confió un niño a Diana. Esto refleja una realidad dolorosa: en muchos hogares, “las familias están rotas” y la violencia es un patrón constante. Según la Encuesta Nacional sobre Desnutrición Infantil de 2022-2023 del INEC, indica que en la región costa al menos el 5% de niñas y niños menores de un año sufrieron maltrato físico, mientras que el 24% sufrieron maltrato psicológico.
“Los niños están a merced, es algo que duele, que impacta mucho. Nosotros, como seres humanos, dentro de lo poco que tenemos, buscamos ayudarlos”, dice la mujer portovejense al referirse a la vulnerabilidad de las niñas, niños y adolescentes frente a la violencia.
Su voz transmite una calma admirable, solo cambia cuando habla de los peligros que enfrentan los infantes. “Conocer niños con problemas, y luego encontrarlos, quizás formando parte de una banda... eso te lo digo hace 20 años, cuando no existía el 'boom' de las bandas", lamenta.
Relata una experiencia que la impactó, cuando ella era aún estudiante del Colegio Uruguay. En una actividad estudiantil, ella se fijó en un niño que siempre se sentaba atrás, él era problemático y los profesores a cargo no hacían más que amenazar a este con la expulsión. Ella buscando ganar su confianza, le regalaba plumas, chupetes y caramelos. Le decía “mira, yo te voy a traer algo si tú te portas bien”...Muchos años después, en un bus, un joven le ofreció su asiento, ya que ella cargaba a su bebé. El oficial del transporte advertía a Diana para que no se acerque. Ella llegó al lugar y se sentó, él jóven le preguntó: “Si se acuerda de mí, ¿verdad?” y se contestó él mismo: “Yo fui su alumno en el Andrés de Vera cuando usted todavía estudiaba”. Ella asintió con la cabeza, luego él se bajó en la terminal. Después, el oficial, perplejo, le dijo: “Es horrendo ladrón y matón”.
“El amor marca, el amor transforma”, reflexiona sobre la importancia de brindar apoyo a la niñez en contextos violentos.
Carlos Avendaño, director de la diplomatura de Criminología aplicada de la Universidad Abierta Interamericana, destaca la importancia de crear espacios de protección para prevenir el reclutamiento de jóvenes en actividades delictivas. Avendaño menciona que se puede reaccionar estableciendo vínculos protectores a través de la iglesia, la comunidad, las ligas barriales y otros factores sociales.
A pesar de los retos que enfrentan las comunidades de Portoviejo, hay una red de personas que, a pesar de la violencia y la escasez, sigue luchando por ofrecer a la niñez, juventud y adolescencia. A través del deporte, la educación, el apoyo emocional y el trabajo comunitario, buscan transformar una realidad que parece irreversible. No obstante, la batalla contra el crimen organizado y la violencia estructural sigue siendo compleja. Se necesita un esfuerzo conjunto entre los ciudadanos, las organizaciones y el Estado para lograrlo. El camino es arduo, pero cada pequeño cambio es una luz que mantiene viva la esperanza.
"Esta publicación hace parte de la serie de reportajes que son el resultado del programa de becas del proyecto DesenreDatos II, una iniciativa de la Universidad de las Américas -UDLA- con el apoyo del programa SinCero de la Cooperación Alemana GIZ Ecuador, implementado por DW Akademie y financiado por el Ministerio Federal para la Cooperación Económica y el Desarrollo (BMZ) de Alemania. El contenido de la publicación es responsabilidad de su autor y no necesariamente refleja las opiniones de la UDLA, GIZ, BMZ y/o DW Akademie.